Desde la Oficina de Igualdad y Violencia de Género de la Mancomunidad Integral de Municipios "Guadiana" ponemos fin a las píldoras informativas de la programación en conmemoración del 8 de marzo con la entrada de hoy: deporte y mujer.
La del deporte femenino es la historia de una lucha. A lo largo de los siglos, las mujeres han tenido que abrirse paso en contra de los prejuicios y las trabas que les ponía una sociedad que creía que ellas no podían, o no debían, hacer deporte. Recorremos un poco la historia de la mujer en el deporte.
La primera competición deportiva de la historia se remonta al año 776 a.C, cuando tuvieron lugar por primera vez los Juegos Olímpicos. Esto fue un gran acontecimiento para la humanidad y se siguen celebrando y en día, pero ¿estaba abierto a todas las personas?
Como en todos los aspectos de la historia, siempre se ha omitido a la mujer y ha quedado relegada a un segundo plano. En los Juegos Olímpicos de la Antigua Grecia solo podían participar los hombres. Las mujeres casadas tenían prohibida la entrada, mientas que las solteras únicamente podían participar como espectadoras.
Debido a esta marginación, las griegas organizaron una competición femenina: los Juegos Hereo en honor a Hera. Consistían en carreras en tres categorías de edad. Corrían con el pelo suelto, una túnica hasta la rodilla y el hombro derecho al descubierto hasta el pecho.
Siglos más tarde, en la edad media, En Europa, no estaba bien visto que las mujeres se entretuvieran con tareas físicas, por eso su participación en las competiciones deportivas fue prácticamente nula. Solo las mujeres de clase alta, en algunos casos, practicaban la hípica o la caza.
En la época contemporánea El deporte moderno se fue desarrollando a lo largo del siglo XIX. En 1896 se organizaron las primeras Olimpiadas modernas, aunque en aquella ocasión tampoco participaron mujeres, y en las siguientes ediciones fueron muy pocas.
El Comité Olímpico Internacional (COI), la institución organizadora de los Juegos, rechazaba que las mujeres participaran en muchas competiciones (como el atletismo) porque consideraba que no eran adecuadas para ellas.
En respuesta a esa discriminación de género, un grupo de mujeres deportistas montaron unos Juegos Mundiales Femeninos en 1922 y 1926. El encuentro cada vez reunía a más participantes, lo que obligó al COI a rectificar y abrir los Juegos Olímpicos a atletas femeninas.
Aunque la participación femenina en las Olimpiadas ha aumentado muy lentamente, esta competición ha contribuido a popularizar el deporte femenino gracias al impacto de algunas figuras destacadas.
Una de ellas fue Nadia Comaneci, que protagonizó un momento mítico de la historia olímpica: en Montreal 1976 demostró la capacidad física y técnica que podían alcanzar las mujeres al convertirse en la primera gimnasta que obtenía un diez en una competición.
En cuanto al deporte fuera de los juegos Olimpicos, El 19 de abril de 1967, Katherine Switzer cambió la historia al burlar la prohibición que impedía a las mujeres competir en un maratón. Lo hizo, además, en el más antiguo del mundo —el maratón de Boston— y no solo lo corrió, sino que lo terminó en 4 horas y 20 minutos pese al boicot de los organizadores. La propia Katherine lo recordaba así en declaraciones a la BBC: "Me tomó por los hombros —se refiere a Jock Stemple (codirector de carrera)—, me empujó y trató de quitarme el dorsal del pecho". Ese dorsal era el 261 y desde ese día se convirtió en símbolo de la igualdad.
La presencia de deportistas femeninas no ha hecho más que crecer desde entonces y la brecha entre hombres y mujeres en relación al interés por el deporte se ha reducido notablemente en los últimos 50 años. Esa es una de las conclusiones que se extrae del último informe Women and Sport de Repucom (Nielsen, 2016). Deportistas como Yelena Isinbayeva, Serena Williams o Laure Manadou tomaron el testigo de pioneras como Katherine Switzer, Nadia Comaneci o Larissa Latynina y, actualmente, casi el 50% de la población femenina mundial se muestra interesada en el deporte.
Los medios de comunicación de masas, primero la televisión y después Internet, han acercado el deporte a la sociedad, especialmente a las mujeres puesto que la asistencia a eventos deportivos fue, durante mucho tiempo, terreno vedado para ellas. Pero, ¿qué deportes ven las mujeres por televisión? Su gusto difiere en función de su lugar de origen. En EE. UU. manda el fútbol americano; en Reino Unido; el tenis; en China, el bádminton; en Japón, el patinaje sobre hielo y, en México, el fútbol.
Sin embargo, el deporte femenino aún está a mucha distancia del deporte masculino en relevancia, salarios o número de personas que lo practican. Hay que realizar un gran esfuerzo para conseguir la igualdad entre géneros también en este ámbito.
(Fuentes: https://www.iberdrola.com/compromiso-social/deporte-femenino/otros-deportes/mujer-deporte-actualidad
https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20180919/451905747928/historia-del-deporte-femenino-una-lucha-por-la-igualdad.html)
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